CONSEJOS AL GOBERNADOR DE BARATARIA, UN JEFE DE POLICÍA ANALFABETO, Y LOS DESOPILANTES CONSIDERANDOS DE UNA RESOLUCIÓN.

JUAN ANTONIO PORTESI

Revisando viejos papeles al ordenar mi biblioteca, di con la REVISTA JURÍDICA LA LEY, diario del 17/3 /1982,en donde el Dr. José Luis Amadeo da cuenta de un notable hallazgo vinculado a la administración de justicia en esta ciudad mercedina, hace poco más de un siglo.
El autor relata que revisando amarillentos documentos encontró lo que transcribe (y así también lo haremos en esta nota); cuantos lo leímos lo hicimos con la enorme satisfacción de pasar un momento muy grato vinculado con algunos aspectos que tienen que ver con nuestra vital profesión (principios generales del derecho, sentido de justicia, marco axiológico considerado…).
La relectura reavivó ese placer a punto tal que he decidido compartirlo. Creo que entre tanta seriedad, preocupación y adusteces, aquel texto es un golpe de aire fresco y tonificador.
Antes de transcribirlo, quiero recordar a EL QUIJOTE, en un capítulo que mucho tiene que ver con la «sabiduría» popular de quien resuelve el caso.
Cuando el Duque hace a Sancho Panza Gobernador de la Ínsula Barataria, destaca la necesidad de ir vestido adecuadamente, y lo hace «parte de letrado y parte de capitán», ya que serán menester tanto «las armas como las letras». Luego Don Quijote con infinita paciencia y gran bondad da consejos memorables a Sancho, y así le dice : «…Hallen en tí más compasión las lágrimas del pobre, pero no más justicia que las informaciones del rico. Procura descubrir la verdad entre las promesas y dádivas del rico, como por entre los sollozos e importunidades del pobre. Cuando pudiere y debiere tener lugar la equidad, no cargues todo el rigor de la ley al delincuente; que no es mejor la fama del juez riguroso que la del compasivo. Si acaso doblares la vara de la justicia, no sea con el peso de la dádiva, sino con el de la misericordia» (Cervantes, «El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha», Cap.XLII).-
Por su parte y 4 siglos más tarde Piero Calamandrei, en «Elogio de los Jueces» (Cap.X, intitulado «Del sentimiento y de la lógica en las sentencias»), expresa con elocuencia «No basta que los magistrados conozcan a la perfección las leyes escritas; sería necesario que conocieran perfectamente también la sociedad en la que estas leyes tienen que vivir. El tradicional aforismo «iura novit curia» (la curia conoce las leyes) no tiene valor práctico alguno si no se le agrega éste: «mores novit curia» (la curia conoce las costumbres).
Volviendo al descubridor de esta auténtica «perla» -cuya existencia, aclaro, no he podido constatar, pero se hace fe del relator-, transcribimos lo que el Dr. Amadeo encontró en aquellos amarillentos papeles de un siglo atrás, llenos de faltas de ortografía, firmado a ruego porque quien debía haberlo hecho era analfabeto, pero plenas de sentido común e imbuidas de principios como los que resultan de las citas precedentes.
Un párrafo último, para destacar la actual orientación jurisprudencial y doctrinaria frente al abuso y a la violencia de género; hoy la resolución de estos graves asuntos aparece como desbalanceada y con fuertes presunciones a favor de la mujer; entiendo que ello es lógico y razonable frente a tanta humillación y violencia de la que las mujeres fueron (y son, desgraciadamente) víctimas. Seguramente en esa interpretación el denunciado en el caso que transcribimos no se hubiese librado de condena…»O tempora, o mores…»

“Un cuento del Juzgado” del Juez Bergallo
CARÁTULA: Denuncia de Angelina Soleres contra Bonifacio Estrella
acusándolo de haber abusado de ella y sus hijas.
El día de hoy, quinse de Enero de mil nuevesientos nueve, se presienta ante mi, MARCOS ANDRADE, Comisario de policía de Las Flores, una mujer que dijo venía a levantar una denuncia, y la que respondiendo a las preguntas que le hise, Contestó: llamarse ANGELINA SOLERES, viuda (no se sabe de quien), Santiagueña, de traintaiocho años de edá, quien vive en una casa blanqueada de verde que ay del otro lado de la Estación, en el camino que va al matadero. Despues de eso le pase la palabra a ella y dijo: Que la primera vez, se casó con Francisco Carreña, de quien tubo dos hijas, la Micáila y la Dolores, de diesiocho y quinse años cadáuna: que eran muy felises, pero que un día él se fué a trabajar a las cosechas, y como estubo cuatro años sin volver a las casas, ni dar seriales de vida, ella creyéndolo muerto, se volvió a casar con Casimiro Reyes, de quien tubo otros tres hijos más Que no sabe porque causas Reyes tamien la abandonó hase ya mucho tiempo, y como no está segura si sus dos maridos son muertos o no, es que no sabe de cual de ellos es viuda. Que hase un año, se conosió con Bonifacio Estrella, foguista del tren,quien quiso casarse enseguida con ‘ella, pero la dicente, de miedo a que le pasara lo mismo que con los otros maridos, no le dió el sí, y sólo le acetó vivir arrimada con él, pero guardándole el rispeto como si se tratara de un esposo de endeveras. Que Estrella se porto bien al principio, era cariñoso con sus hijos y corría con todos los gastos de la casa. Pero muy pronto la dicente se dio cuenta que entre el y su Micaela, algo abía y no estudo desacertada, porque cuando aclaró las cosas resultó que ya su hija estaba gruesa de tres meses, y que el seductor era su propio marido. Que por supuesto ubo un gran barullo entre ellos, pero como ya se abian acostumbrado a vivir todos juntos, arreglaron las cosas de modo, que Estrella siguiera viviendo en la casa, pero como marido de la Micáila ¡con la dicente, ni ablarse! Claro que ella Sentía perder un marido joven y con empleo, como Estrella, pero después de lo que abía pasáo, i qué más iba acer! Que la dicente le entregó a la pareja su cama de matrimonio, y ella se fué a dormir en el catre que usaba antes la Micáila. Que las cosas siguieron bien un tiempo no más, porque el cartero Frutuoso Gomes, al verla libre a la dicente, empezó a festejarla, pero al enterarse Estrella de esos amores, le proivió a Gomes que llegara a las casas, alegando que mientras él sotuviera la familia, él mandava. Que la dicente reconoce que Estrella tiene razón en parte, pero que ella tamien la tiene, porque ya que él la dejó por su hija, no puede proivile que ella busque la felicidá al lao de otro ombre. Que a pesar de sus protestas, Estrella se impuso, y la dicente le iso caso, Porque comprendía que a pesar de sus caprichos, el ombre no es malo del todo. Que cuando depué de tanta desilusiones, ella pensaba rinunciar a los ombres, buscando la felicidá que le falta en el nieto que la Micáela está por darle, resulta que Estrella se le manda a mudar de la casa, llevándose la otra hija la – Dolores-de quinse años de edá, y que de yapa es media sonsa, porque sino, no se esplica como puede aberse ido con un ombre así. Que si la dicente stuviera en otras condiciones, no pediría nada, pero se ve obligada a dar este paso, teniendo en Cuenta que depué de lo ocurrido, es muy difícil encontrar otro ombre que se quiera acer cargo de la familia. Que por eso presenta esta denuncia, pidiendo a la autoridá que le hagan justicia, obligandolo a Estrella a volver a la casa, y a que se case con cualquiera de sus hijas, así se siente más obligado a cumplir sus compromisos. Y que si él no quiere casarse con las muchachas, la dicente, a pesar del resentimiento que le guarda, todavía estaría dispuesta a sacrificarse, casándose con él, nada más que pa salvar el buen nombre de la familia. Oido todo lo que a dicho, dí por terminada la denuncia, firmando la dicente, conmigo y los testigos Don Froilán Sombra, más conocido por el rengo Sombra, y el peluquero Vitorio Abalos, vecino de esta Comisaría, y ombre de toda mi confianza. Firmado: Angelina Soleres _ Marcos Andráde, Vitorio Abalos – Froilán Sombra.
Las Flores, vainte de Enero de mil nuevecientonueve. Abiendo vuelto el sargento Troncoso, trayendo presa la pareja que se disparó, resuelvo que se presienten a mi presencia enseguida pa tomarles diclarasión Firmado: Marcos Andrade .Un rato más tarde la ago tráir a mi escritorio a la menor Dolores Carreña, que está detenida por aberse mandado a mudar con el marido de su hermana, y la que abiendo prometido que contaría todo lo que a susedido, empese por preguntarle cuantos años tenía y las demás cosas que se les pregunta a las personas que cáin presas,contestando: llamarse como ya lo dije al emprinsipiar, hija de su madre doña Angelina Soleres, santiagueña tamien como toda la familia, no tiene más que quinse años, y no sabe escribir cartas ni leerlas. El suscrito cree de su obligación dejar constancia, que la muchacha está bien desarroyada, y que a pesar de la edá que confiesa, ya es una mujercita, y buena. Preguntada: para que diga, si sabe por que a cáido presa, contesta :que sabe que la an tomao por aberse fugado con Bonifacio Estrella. Preguntada para que cuente todo lo que aya pasao, contesta: que ella lo quiso a Estrella desde que lo conosió, y que él le correspondió enseguida, pero como ella era algo chica todavía, y el tenía compromisos con su madre y con su hermana Micáila, resolvieron esperar; Que ace una semana se pusieron de acuerdo por fin y se dispararon ¡untos; Que en esa semana, Estrella la a provado como mujer. Y está muy conforme con ella. y que si no le Quieren creer Que se lo pregunten a él. Preguntada para que diga. si esta arrepentida o no del mal paso que a dao contesta: que no se arrepiente de nada; Que Estrella ya a cumplido bien con su madre Y con su hermana, y bastante que a devido esperar mientras él las atendía a ellas antes que a la dicente, y que lo justo es que aura se lo den a ella siquiera por un tiempo para que él pueda conocerla mejor Y que después elija con quien quiere quedarse; que su madre a echo esta denuncia solo por envidia. Y que no Quiere desir otras cosas peores pa que la gente no aoíe Ante la repentina salida de la muchacha, termino con ella. y firmamos los dos. con los mismos testigos Que use la primera vez. Firmado: Dolores Carreña ¬Marcos Andrade – Froilán Sombra – Vitorio Abalos.- Despué lo ago pasar al acusado, Que fué tomao preso junto con la mujer que se abía disparao con él, y como el ombre me prometiera decir la verdá de todo: emprincipié por preguntarle quien era, contestándome en presensia mía y del sargento Troncoso que no me dejará mentir: llamarse BONIFACIO ESTRELLA, santafecino, como de veinticinco años, casado, bien parecido Y bien empleao en el ferrocarril, sabe que lo emos agarrao por lo que a echo y se pone a la disposición de esta autoridá. Preguntada para que cuente como an pasao las cosas, contesta: Que la único que a echo es fugarse con la Dolóres, porque la quiere y ella le corresponde. Preguntada: cuantos días a vivido con la menor, contesta: que seis. Preguntado.:si de noche dormían ¡untos. contesta: que por supuesto, y que de no pa que se iba a disparar con ella. Preguntado si antes vivía con la Micaíla Carreño contesta: que es verdá; que ella esta por tener un hijo del dicente, y que el la quiere mucho tamien, porque la muchacha es buena, y no se abría animado a meterlo en este enrriedo, sino que es la madre la que a echo todo el barullo, enojada porque al principio el dicente vivía con ella y depué la dejó. Preguntado: por qué causas la dejó, contesta: que porque las hijas eran mejores que la madre. Preguntado: si le a dado palabra de casamiento a alguna de ellas, contesta: que no, porque el dicente ya es casado con Raimunda Bustos pero que si su mujer se muere pronto, como tiene la esperansa, porque la pobre ace mucho tienpo que esta enferma, entonses talvé pueda cumplir con la Dolores, o con la Micáila aunque sea, pero ¿con la vieja? ¡nunca! Preguntado: si su esposa conosía sus relasiones con las Carreñas, contesta: que sabía todo, pero que como el dicente cumple con sus obligaciones de esposo, y no tiene ningún vicio, antes que ande chupando o jugando en los boliches, su mujer le permite que tenga: esas distrasiones afuera de la casa, pues como es una mujer sensata, comprende que estando ella siempre enferma, y siendo el dicente un ombre joven y sano, tiene que tener sus tentaciones. Preguntado: si no se le a olvidado desir alguna otra cosa, contesta: que quiere desir ante la autoridá, que no se siente culpable de nada, ya que si bien reconoce que a echo vida marital con la Angelina Soleres, y sus dos hijas, tamien es cierto que él sostenía a toda la familia con su trabajo, y entonses lo justo era que ellas le pagaran en alguna forma el servicio que les hacia. Y como ya se a echo tarde y no tenemos velas en la Comisaría, terminamos con esta otra diclaración, firmando los tres con el sargento porque los testigos que usamos siempre, nos an pedido que los dejemos descansar por esta vuelta y les emos dao con el gusto. Firmado: Bonifacio Estrella – Marcos Andrade – Feliciano Troncoso.
Las Flores, veintiuno de Enero de mil nuevecientonueve. Paresiendole al sucrito, que la menor Dolores Carreño se a disparao por su gusto con su sedutor Bonifacio Estrella, y que entre ellos se quieren, resuelvo largarlos a los dos, ya que viviendo juntos, no an echo mal a nadie, pues hay’ que tener en cuenta. que aunque él sea casado, su mujer es enferma y no le sirve pa nada. Pero para que mi concencia quede tranquila voy a mandarle el sumario al mismo Jefe de Policía del Departamento, para que él lo revise y diga si esta bien o no lo echo por mi, Firmado: Marcos Andrade.
Las Flores. vaintidos de Enero de mil nueveciento nueve.
Señor Jefe de Policía, Don Liberato Monjes. Mercedes.
Querido compadre:
Con el cartero Gómez que va pa Mercedes a comprar ropa y a acerse retratar antes de casarse, te mando la denuncia que a levantao en esta Comisaría doña Angelina Soleres viuda de no se sabe de quien, contra Bonifacio Estrella, un buen muchacho que a sido marido de la denunciante y de sus dos hijas la Dolores y la Micáila, pa que revisés el sumario y me digas con toda confiansa si esta bien o mal lo que el suscrito a resolvido por su cuenta.
Como parece que al tal Estrella le gusta más la Dolores, que es la mejor de las tres, yo los e dejao en libertá a los dos, porque me parece que nosotros, que alguna ve tamien fuimos potros, no tenemo derecho a estropear la felicidá de naides.
Vos aras lo que te parece porque pa eso sos el jefe, pero mirá: pa mi la vieja a echo la denunsia por despecho no más, despué que el mozo la cambió por las hijas. Y por eso me parece que si los dejamos en libertá se an de volver a arreglar entre ellos otra vez. Es cierto que él a sido marido de todas, pero pensa tamien que el ombre les daba de comer, y no era justo que las tres comieron a su costilla y de arriba no más. Total: que si lo metemos preso a él, ellas se van a acomodar con el primer prójimo que se anime a pararles la olla, y entonces, antes que anden cambiando de monta, me parece que lo mejor es dejar las cosas como están, así ellas siguen viviendo con Estrella no más. ¿Qué decís vos? Escribime. Tu compadre. Firmado: Marcos Andrade Comisario de Los Flores
Jefatura de Policía Mercedes, Enero veinticuatro de mil nuevecientonueve. Por recibido. Pase a resolución del Señor Jefe de Policía. Firmado: Ambrosio Pintos Encargado de la Mesa de Entradas
Mercedes, Enero veintiseis de mil novecientos nueve. Y visto: El sumario instruído por denuncia de Angelina Soleres, acusando a Bonifacio Estrella de haber abusado de ella y sus dos hijas; y Considerando: Que tanto la denunciante como sus hijas, son tres mujeres en estado de merecer, las que ya deben saber lo que les conviene, puesto que han vivido muy a gusto con el acusado mientras él les dabe de comer, y sólo se quejan ahora cuando él, cansado de sostener la familia, abandona a dos para quedarse con una sola, lo -que me parece muy bien hecho, puesto que a según como se mire el asunto, el abuso es más de ellas que de él, RESUELVO: Aprobar el proceder del Comisario de Las Flores, don Marcos Andrade, y disponer el archivo de estas actuaciones. A ruego del Señor Jefe de Policía, Don Liberato Monjes, por no saber hacerlo. Firmado: Emilio Sánchez Secretario y Comisario de órdenes. ——————


Fuente: CADJM